"El secreto del cambio es enfocar toda tu energía no en luchar contra lo viejo sino en construir lo nuevo". Sócrates.
En un mundo donde la desmotivación y la sensación de estar desbordado son comunes, es comprensible encontrarse en una crisis de ánimo. Sin embargo, es crucial tomar medidas para mejorar el bienestar. Cuidar de uno mismo implica valorar la salud, la familia , el trabajo y estar agradecido por ello. Debemos aprender a apreciar las pequeñas cosas, ya que la vida presenta desafíos como la pérdida de seres queridos, enfermedades graves y accidentes. Estos momentos difíciles nos enseñan a distinguir entre lo urgente y lo importante, así como lo banal de lo esencial.
Nos desenvolvemos en la rapidez: "lo quiero aquí y ahora". Todo avanza a un ritmo vertiginoso y detenerse es el primer paso hacia la recuperación. Te animo a incorporar estos seis consejos en tu rutina diaria y dar los primeros pasos hacia una vida más plena. Recuerda, nadie puede hacerlo por ti excepto tú. Organiza tu entorno, ejercita tu cuerpo, nutre tu mente, descansa adecuadamente, respira y vive en el presente. Iníciate con estos simples actos, teniendo en cuenta que las circunstancias pueden influir pero no determinan tu camino. Lo que CREES LO CREAS. Un pequeño cambio puede transformar tu vida. Tu valor como persona radica en tu autenticidad, eres espectacular por tu forma de ser, no por lo que tienes ni por las circunstancias que enfrentas.
El orden externo influye positivamente en el orden mental y viceversa. Haz tu cama, deshazte de lo viejo, deja espacio a lo nuevo, mantén tu hogar y entorno limpios y organizados. Cuando tu campo de visión está lleno de elementos irrelevantes para tu objetivo, el cerebro se ve forzado a dedicar energía extra para filtrarlos, lo cual puede dar paso a la pereza. Una manera simple y gratuita de comienzo hacia el bienestar, sin descartar un cierto grado de desorden dentro del orden.
Está comprobado que el ejercicio es la clave para mantener una óptima salud: mejora el autocontrol, la imagen corporal, la memoria, la atención y la función cognitiva. Además, previene el deterioro de estas capacidades. Al mismo tiempo, incrementa la producción de serotonina, reduciendo así la ansiedad, entre otros beneficios. ¡Ponte la indumentaria adecuada y sal a caminar a paso ligero o a correr! Comienza con treinta minutos al día, ya sea en tres sesiones de 10 minutos, dos de 15 minutos o en un único bloque de 30 minutos. Una práctica sencilla y gratuita. No olvides que donde hay voluntad, hay camino.
La Organización Mundial de la Salud, respaldada por destacados científicos, médicos y nutricionistas, sostiene que la dieta mediterránea es la mejor del mundo.
Te recomiendo que incorpores a tu dieta alimentos con propiedades antiinflamatorias y evites el consumo excesivo de azúcares y sal. Come de manera pausada y mastica los alimentos adecuadamente. El omega 3 destaca como una auténtica joya para la salud, ya que promueve la formación de las membranas que recubren las neuronas, mejorando así la eficiencia de nuestro cerebro. Resulta más económico y beneficioso adquirir cuatro manzanas que un pastelito de bollería industrial, que sacia menos y perjudica más. No obstante, es importante no caer en la obsesión, ni sentirse culpable. Un capricho de vez en cuando forma parte de los placeres de la vida y merece ser disfrutado sin remordimientos
Durante el sueño, se produce un aumento en la secreción de la hormona del crecimiento, la cual en adultos desempeña un papel crucial en la reparación de tejidos. Además, se activa el sistema glinfático, conocido como el sistema linfático cerebral, que actúa como una vía de limpieza de desechos del sistema nervioso central. Esto facilita la eliminación de proteínas tóxicas acumuladas debido a la actividad cerebral. Asimismo, se libera melatonina, una hormona con diversas funciones, entre las que se incluye la activación de genes reloj que buscan y reparan mutaciones, las cuales podrían dar lugar a tumores.
Siguiendo este proceso paso a paso, si ya has organizado tu entorno, te has iniciado en la práctica de ejercicio y has enfocado atención en tu alimentación, pero aún tienes dificultades para conciliar el sueño, aquí tienes algunos consejos adicionales. Establece una rutina constante para acostarte y levantarte, priorizando madrugar y evitando trasnochar. Evita el uso de pantallas electrónicas antes de irte a la cama. Te sugiero acostarte aunque no tengas sueño y levantarte aunque te sientas cansado. Consejos sencillos, gratuitos y al alcance de todos, que dependen únicamente del compromiso y la voluntad.
La práctica se centra en dirigir nuestra atención hacia la respiración. Encuentra un espacio tranquilo donde puedas relajarte. Si te cuesta dormir, en lugar de dar vueltas en la cama, te invito a dejar de lado esos pensamientos que han ocupado mucho de tu tiempo y enfocarte en tu respiración. Cuando surjan "calentamientos de cabeza", permíteles irse y regresa a centrarte en la inhalación y exhalación.
Al principio, es normal que las preocupaciones surjan una y otra vez. En esos momentos, vuelve a centrarte en tu respiración. Sabemos que no es fácil; requiere práctica y determinación, como cualquier otra cosa que valga la pena en la vida. Y esta práctica lo merece, porque una respiración adecuada transforma procesos cerebrales y sincroniza de manera más efectiva los dos hemisferios cerebrales. En situaciones de estrés, controlar la respiración nos facilita acceder al estado de serenidad. Todos tenemos la capacidad de prestar atención a nuestra respiración. No hay excusas que valgan: para, respira, repara.
Vivir en el pasado abre la puerta de la depresión, vivir en el futuro la ventana de la ansiedad y ambos cierran el acceso al presente, que realmente es lo único que tenemos. Concéntrate en el presente, no podemos cambiar el pasado y el futuro se forma a través de nuestras acciones. Lo que elijamos hoy, se convertirá en nuestro pasado y que sea recordado con gratitud depende de nosotros. Tenemos el poder de construir nuestro futuro, no importa el lugar donde la vida nos ponga sino lo que elijamos hacer donde estamos. Presta atención a las pequeñas cosas como las aromas que te conmueven o los sabores que te emocionan. Cuando tu mente se desplace hacia el pasado o el futuro, recuérdale que estamos aquí y ahora. No entres en conflicto con tu cerebro, trabaja en colaboración con él. La fuerza de voluntad, aunque tiene una base genética, es una habilidad que puede ser desarrollada y mejorada con entrenamiento constante.
Recuerda que entrenar implica tomar acción, no dejar para después lo se que puede hacer ahora. Comprométete y, al final, cosecharás los frutos, a menos que no sea el final.
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